Fotografías: Rodrigo Salinas Muñoz
REFORMAS EN CHILE
TRAS LA BÚSQUEDA DE NUEVOS ROSTROS
Malte Seitwerth
Historiador, periodista independiente
Nota para la traducción: Ésta artículo fue originalmente escrito para la publicación en el periódico suizo de izquierda die Wochenzeitung. En cuanto a su contenido ésta dirigido a personas con poco conocimiento sobre la actualidad chilena, por lo que se ha tratado de dar un panorama general, sin entrar con demasiado detalle en matices, críticas y debates internos en el país.
El domingo 25 de octubre, lxs chilenxs votarán por una nueva Constitución. Sin embargo, luego de cuarenta años de neoliberalismo muchxs ya no creen en la política institucional. ¿Entonces, cuáles son las alternativas?
En Llay-Llay, una pequeña ciudad a unos cien kilómetros al norte de Santiago, un grupo de activistas se reúne un sábado por la mañana para pintar consignas en los muros. «Apruebo» se deslumbra con grandes letras. Al lugar llega también el político veterano de la localidad, Miguel Cisternas. La relación de Miguel Cisternas con la política se remonta a su historia familiar, siendo su padre compañero de partido del Alcalde comunista Juan Cortés a principios de los años ´70. Miguel Cisterna luchó contra la dictadura militar de Augusto Pinochet y ha sido durante siete años miembro del Concejo Municipal de la comuna de Llay Llay.
Ahora mismo acaba de comenzar la fase más álgida del Plebiscito del 25 de octubre, día en el cual la ciudadanía votará si se necesita o no una nueva Constitución y quién debe de redactarla: una Convención Constituyente elegida en su totalidad por la ciudadanía o una convención mixta, integrada por una mitad de Parlamentarios.
Lucha por las reformas
El Plebiscito es hasta ahora el resultado más visible de la ola de protestas que sacudió al país hace un año y que puso en jaque al Gobierno de derecha del Presidente Sebastián Piñera. Durante meses las manifestaciones eran pan de cada día y las noticias sobre violaciones a los Derechos Humanos circulaban por todo el mundo. La última manifestación masiva del 8 de marzo de 2020 reunió, sólo en la capital, a cerca de dos millones de mujeres y personas de diversas identidades sexuales. Luego de eso vino la pandemia. Las organizaciones sociales pidieron que la gente se retirara a sus casas. El Plebiscito anunciado originalmente para el 26 de abril de 2020 fue pospuesto por medio año.
La nueva Constitución sería ya la tercera que presenciaría el concejal Cisternas. Y la primera en la que él mismo puede participar. La actual constitución fue promulgada el año 1980 a través de un plebiscito organizado por la dictadura cívico-militar. En ese momento, la oposición habló de fraude electoral, intimidación y falta de derechos democráticos básicos en el proceso. Lxs opositores al Régimen fueron torturados, muchos desaparecieron sin dejar rastro.
La constitución del año 1980 consagró el modelo económico neoliberal bajo el cual una amplia parte la población chilena ha sufrido durante su vigencia. El primer Gobierno democrático después de la dictadura adoptó el modelo sin grandes cuestionamientos y durante la mayor parte de los próximos 24 años gobernó una alianza de centro-izquierda, que en algunos casos incluso profundizó el modelo neoliberal.
El Partido Comunista (PC) estuvo en la oposición durante mucho tiempo, hasta que se convirtió en parte de la alianza de Gobierno de la Nueva Mayoría bajo la presidencia de Michelle Bachelet en el año 2014. Fomentado por años de protestas estudiantiles, Bachelet llegó al poder con un programa de reformas de gran alcance, incluyendo una reforma a la constitución. Al final, el programa fracasó debido a las diferencias de opinión entre la Democracia Cristiana, el Partido Socialista y el PC. Piñera es el primer presidente de Derecha que toma el Gobierno después de la dictadura.
El Concejal Cisternas ha vivido la lucha por la reforma en carne y hueso. En Chile, la Constitución estipula que el agua es propiedad privada – lo que genera grandes brechas en cuanto a su acceso y Llay-Llay sufre de una extrema escasez de agua. Las grandes plantaciones de paltos en la comuna consumen enorme cantidades de agua, mientras que lxs pequeñxs agricultorxs se quedan con los canales de regadío completamente secos. En el año 2018 Cisternas se reunió con la comisión del congreso, responsable para reformar el código de aguas en Valparaíso, donde se encuentra el Congreso. Sin embargo, esta comisión le quitó toda esperanza a Cisternas: un cambio constitucional parecía imposible debido a que se requiere de dos tercios de votos parlamentarios para modificar el código de aguas.
Para una "democracia más profunda y directa"
En la ciudad portuaria de Valparaíso una alianza de izquierda ha estado gobernando durante cuatro años bajo el mandato del Alcalde Jorge Sharp. El nuevo alcalde llegó al poder con un programa de cambio profundo y se vió enfrentado a un municipio en pésimas condiciones: "Nos hemos hecho cargo de una administración municipal en quiebra", dice Sharp en la entrevista que le hago en la Municipalidad. "Si estuviéramos en el sector privado, habríamos tenido que declararnos en bancarrota."
Sharp se dedicó a rescindir contratos truchos, los cuales habían asignados presupuestos excesivos y se dedicó a construir un Gobierno Municipal democrático. "Empezamos a dejar que la población votara en los proyectos importantes como el Plan de Desarrollo Costero »", dice el Alcalde. Durante años hubo una disputa sobre si el puerto debía ser ampliado o si se debía construir un centro comercial en su lugar. La población optó por una tercera vía: Pronto comenzarán las obras del primer paseo marítimo público de la ciudad portuaria.
Para Sharp está claro que el país debe desarrollar una "democracia más densa" para así recuperar la confianza perdida en la política. A nivel comunal , se podría comenzar ya hoy, pero la mayoría de las comunas están todavía muy lejos de ese objetivo, pues son en su mayoría"administradores corruptos de la pobreza". Como dice el joven Alcalde "Queremos que las administraciones municipales se conviertan en verdaderos gobiernos locales".
Chile tiene una estructura centralizada, casi todas las funciones son llevadas a cabo por el gobierno nacional o su representación regional, y las leyes y planes de desarrollo se redactan en esos niveles . Además, la mayoría de las empresas están ubicadas en las comunas ricas de Santiago y pagan sus impuestos allí. Por resta razón llega muy poco dinero a otras comunas.
Alcaldes como Sharp han tratado de aprovechar algunos vacíos legales para mejorar la calidad de vida de la población a nivel local. Por ejemplo, se han abierto farmacias y ópticas populares para contrarrestar los monopolios de las grandes empresas. Sharp cuenta con orgullo su último logro: la creación de un laboratorio médico gestionado por la propia municipalidad. Durante la pandemia, los precios de las pruebas de Covid-19 se redujeron significativamente gracias a este laboratorio municipal.
El hecho de que se necesita descentralizar el poder y sobre todo más dinero para que las municipalidades puedan responder mejor a las necesidades locales también quedó demostrado durante la ola de protestas del año 2019. El Gobierno comunal de Valparaíso se vió sobrepasado por la magnitud de las protestas sociales. La calle frente a la Municipalidad parecía un campo de batalla. Hasta el día de hoy las tiendas protegen sus fachadas con placas de hierro. La policía disparó a la multitud con bombas lacrimógenas y balines de goma y plomo. Cientos de personas en todo el país perdieron así al menos un ojo.
"Hicimos todo lo posible para proteger a la población en ese entonces", dice Sharp. La municipalidad redactó varios informes sobre la situación de los derechos humanos y luchó a través de tribunales contra las acciones de Carabineros, quienes están bajo el control del gobierno central en Santiago. No era posible comandar de manera directa sobre el actuar policial: En la lucha callejera Sharp era un simple espectador.
Pérdida de la confianza
Como en casi todo el país, se ha formado en el curso del estallido social una asamblea territorial en el barrio obrero de Juan Antonio Ríos en Santiago: un grupo muy heterogéneo de luchadorxs sociales, pensionadxs, estudiantes y personas decepcionadas de los partidos políticos se han encontrado entre sí. "Nos sentamos juntos durante horas y escuchamos a cada persona contar sus historias y sus demandas", recuerda la activista Aylén . Los temas que se trataron en las asambleas territoriales son tan diversos como las necesidades de la gente. Éstas van desde las AFP administradoras de fondos de pensiones, el sistema de educación, salud o la situación de vida y trabajo de la gente.
El lugar que lxs integrantes de la Asamblea Territorial eligieron para la reunión se encuentra en la entrada de la población, en una plaza en la que tienen lugar regularmente las manifestaciones a nivel local. En diciembre, lxs activistas organizaron un festival con conciertos para conmemorar el aniversario de la población, el cual contó con la participación de más de mil personas. El 11 de septiembre pasado, día de conmemoración del golpe militar de 1973, se reunieron unas doscientas personas a protestar. La calle fue ocupada, se hicieron discursos y una barricada estuvo ardiendo hasta altas horas de la noche.
Las Asambleas Territoriales han sido espacios esenciales para las comunidades. No solo porque en estos espacios ha sido posible llevar la protesta a los barrios populares, sino que también estas han permitido que lxs vecinxs se organicen para responder a las necesidades existentes a nivel local.
El impacto del trabajo de las asambleas territoriales se ha evidenciado en estos meses de pandemia. Mientras el gobierno deja en el olvido a los más necesitados, han sido lxs mismos vecinxs quienes a través de las asambleas territoriales han organizado ollas comunes, distribuido alimentos y repartido medicamentos para personas mayores que no pueden salir de casa.
La enajenación de la Elite política ante la realidad de vida de los chilenos y chilenas ha sido aún más evidente durante las primeras semanas de cuarentena. Mientras la preocupación mediática giraba en torno al covid-19, la gente protestaba por el hambre instaurado a causa de la crisis de la pandemia. El gobierno una vez más, desamparó a lxs más necesitados. “Los parlamentarios ni siquiera saben cuánto cuesta un kilo de pan o el pasaje de metro", dice la activista Antonia. "Pertenecen a la clase alta y defienden los intereses de su clase."
La desconfianza de la población está muy arraigada, por eso es muy importante saber quién escribirá la nueva constitución. En las encuestas de opinión, la variante "Apruebo" con la convención constituyente está claramente a la cabeza. Sus miembros serían elegidos el próximo mes de abril. Allí, a su vez, las fuerzas políticas progresistas tendrían que lograr una clara mayoria, porque la convención constituyente debe aprobar cada artículo con una mayoría de dos tercios. Si la minoría opositora logra obtener un poco más de un tercio y actúa hábilmente, puede implementar un derecho a veto de facto.
Mi impresión después de este viaje por el centro del país
El nuevo Chile necesita caras comprometidas con un cambio real. Demasiadas decepciones han quedado en la memoria de la gente después de casi treinta años de socialdemocracia neoliberal. Los partidos tradicionales se han acomodado muy bien en el modelo rigente. Hoy en día muchxs hablan de cambio, pero se ha perdido la confianza en los políticos de los años ‘90.
Para las activistas de la Asamblea Territorial Juan Antonio Ríos, está claro que las manifestaciones deben continuar. "No importa quién llegue al poder - necesitamos suficiente presión de las calles para impulsar las reformas políticas", dice la activista Antonia. Y el concejal comunista Miguel Cisternas de Llay-Llay piensa: "Necesitamos una participación más activa en la política local y nacional. Muchos miembros de nuestro partido lamentablemente piensan que es suficiente sólo con ir a las urnas."
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