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Fotografía: Rodrigo Salinas Muñoz

CHILE: UNO DE LOS PAÍSES CON MAYOR DESIGUALDAD SOCIAL EN EL MUNDO

La revuelta de octubre 2019 nos ha llevado hacia un entendimiento más profundo de la realidad chilena, la cual está profundamente marcada por la desigualdad social. Chile es uno de los países de la OCDE -Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico- con mayores niveles de concentración de la riqueza y el segundo país con la mayor brecha de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre (OCDE, 2019). A palabras simples, acá la riqueza la concentran unos pocos, mientras que el resto se las arregla como puede. El mismo organismo nos ubica en los últimos lugares en indicadores de bienestar, ingresos, desigualdad social, tasa de homicidios, entre otros.

 

La desigualdad no sólo la podemos ver en los ingresos económicos, existe en la educación, en la salud, en el trabajo, en el género y en los grupos originarios. Una condición socialmente muy desprotegida sería una mujer mapuche sin trabajo, y como no recordar, en este momento, aquellas mujeres mapuches temuquenses siendo fuertemente reprimidas por la fuerza policial para impedir que vendan sus lechugas en la vía pública. 

Hoy se suma una nueva crisis, esta vez económica y sanitaria; hoy hay 890 mil personas cesantes (11,2%) y miles de familias viviendo a cuestas de una pandemia con serios problemas sociales y escasa ayuda estatal. No queda duda que veremos mayores dificultades y conflictos en las vidas de muchas familias. Sin embargo al profundizar en la desigualdad social vemos que tiene un trasfondo estructural y político que debe cambiar para mejorar las condiciones de vida de los chilenos. 

La desigualdad social es creada y mantenida por el modelo neoliberal, en donde la economía es el motor de desarrollo del país, quedando todos los aspectos de nuestras vidas subordinados al mercado. Aquí se ha privatizado todo, inclusive hasta el agua, siendo el único país en el mundo que lo ha hecho. Este modelo diseñado en dictadura y legalmente amparado por la Constitución de la República de 1980, fue creado por una elite política de los ricos para los ricos y ha sido madurado y fortalecido por gobiernos de la concertación y la derecha post dictadura. María Luisa Méndez, académica de la Universidad Católica e investigadora principal de Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), señala que la desigualdad es “un fenómeno que parte en las haciendas, se dio en el desarrollo de la minería y posteriormente se profundiza con la instalación del modelo neoliberal”. En este sentido vemos que hay una estructura desigual, que es histórica, y que es construida por un grupo de la elite económica que ha controlado hasta el Estado, pero que no ha sabido dar respuesta y solución a la pobreza en Chile. 

Nosotros hemos cuestionado muy poco esta realidad desigual, pareciese ser que estamos muy bien moldeados a este modelo neoliberal, comportándonos desde la competencia, el rendimiento y el éxito laboral, y solo recientemente estamos haciendo el ejercicio más consciente de que este modelo no funciona para todos, que hay un gran grupo de chilenos desprotegido, una clase media empobrecida, injusticias en todo ámbito social y público, y en fin, estamos viendo como el modelo del oasis chileno, como lo llaman algunos, se cae a pedazos. 

Pero, ¿cómo en una sociedad que dice ser “democrática” vemos como aumenta esta desigualdad? Y ¿cómo es posible que Chile, considerado unos de los países mejor posicionado económicamente, pueda tener tanta pobreza y desigualdad? Es curioso que en los programas presidenciales no haya ninguna meta que se proponga disminuir la desigualdad social, siendo este el principal factor de la pobreza en el mundo. La Revista Internacional de Sociología, en un estudio sobre la meritocracia y la desigualdad del año 2018, en una de sus conclusiones señala que hay una mayor tolerancia y legitimación de las diferencias económicas para aquellos que perciben un adecuado funcionamiento de la distribución basada en el mérito. Es decir, quienes creen en la meritocracia no creen en la desigualdad social. Quizá esto explique la ceguera que tiene la elite política para posicionarse y dar solución a este problema social. Finalmente, pareciese ser que la desigualdad social no existiese para quienes nos gobiernan, y ahí nuestro deber de elegir a nuestros representantes en el futuro, y mucho cuidado con aquellos que dicen “el pobre debe esforzarse y si fracasa la responsabilidad es de él, y no del sistema”, eso es meritocracia. 

 

Bibliografía

CASTILLO, Juan C. et al. Meritocracia y desigualdad económica: Percepciones, preferencias e implicancias. Revista Internacional de Sociología, [S.l.], v. 77, n. 1, p. e117, mar. 2019. ISSN 1988-429X. Disponible en:http://revintsociologia.revistas.csic.es/index.php/revintsociologia/article/view/101

 

Sepúlveda P. (2019) “¿Qué tan desigual es chile?”. Diario digital La Tercera, extraído de la página web: https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/que-tan-desigual-es-chile/871225/

 

El Mostrador/ EFE (2020) “Según informe de la OCDE: Chile es uno de los tres países latinoamericanos más desiguales en cuanto a ingresos”. Diario digital El Mostrador, extraído de la página web:

https://www.elmostrador.cl/noticias/2020/03/09/segun-informe-de-la-ocde-chile-es-uno-de-los-tres-paises-latinoamericanos-mas-desiguales-en-cuanto-a-ingresos/ 

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